Actuaciones de urgencia en comunidades y edificios
En el sector de la construcción y las empresas de rehabilitación de edificios, los trabajos no siempre pueden planificarse con tiempo. Es frecuente que una parte de la actividad de quienes trabajamos día a día en este campo suponga realizar actuaciones de urgencia en comunidades y edificios, con las que resolver imprevistos o accidentes que puedan comprometer la seguridad de las personas, priorizando ante todo la resolución del problema y el restablecimiento de la normalidad.
Las actuaciones de urgencia siguen un protocolo muy definido. Tras recibir el aviso del cliente, y valorando en primer lugar la trascendencia de lo sucedido, un equipo de Grupo BDI se desplaza lo antes posible para comprobar personalmente el alcance de los hechos, y poder así coordinar de urgencia todos los medios materiales y humanos para contener el peligro.
En estas intervenciones, la prioridad está clara: evitar daños a las personas y, después, salvar siempre que sea posible el elemento que ha ocasionado el peligro. Una actuación de urgencia no implica necesariamente que se haya producido un daño personal.
Tras ese primer aviso, el equipo rápidamente se dispone a realizar la intervención que corresponda. Al tratarse de situaciones excepcionales, es frecuente que nos veamos obligados a redistribuir el personal, quitando operarios de otros trabajos menos urgentes, para poder dar un servicio ágil y eliminar el peligro. Es algo que nuestros clientes entienden, ya que tampoco son situaciones que se den todos los días.
Protocolo de actuaciones de urgencia
La primera medida es asegurarse de que nadie acceda a la zona de riesgo: es un peligro innecesario. Si en una actuación de urgencia hay un técnico al frente de la obra, siempre trabajamos conjuntamente, resolviendo la situación atendiendo a sus indicaciones y recomendaciones. Si no hay un técnico al frente, cosa que también puede suceder, es nuestro propio equipo el que actúa con arreglo a nuestra experiencia y criterio técnico.
En determinados casos no hay tiempo para contratar un técnico, ya que el tiempo es vital, y lo que se hace en primer lugar es eliminar el peligro. Una vez se haya eliminado, ya habrá lugar para buscar la solución definitiva más oportuna.
En estos casos de urgencia, los presupuestos y permisos correspondientes pasan a un segundo lugar. Debemos tener presente que la seguridad es siempre lo primero y que, con estas actuaciones, generalmente no se pretende realizar una reparación definitiva del siniestro, sino únicamente eliminar el peligro a terceros y consolidar el elemento. Posteriormente, de cara a la reparación definitiva, se cursarán todos los permisos necesarios.
Las actuaciones de urgencia comprenden trabajos muy diferentes, aunque sí hay ciertas tipologías que se repiten con mayor frecuencia. Por ejemplo, la demolición controlada y aseguramiento de cornisas en mal estado, el apuntalamiento de voladizos y forjados con daños estructurales que han dado síntomas repentinos de colapso, la reparación de posibles roturas de tuberías de agua y labores de achique, la instalación de redes de seguridad en fachadas para la contención de posibles desprendimientos de ladrillos o aplacados de piedra o el balizamiento de zonas con riesgo de desprendimientos o desplomes.